lunes, noviembre 21, 2022

Los nudos de Lina

 



Lina abre sus ojos y su mirada se encuentra con el pálido techo de su habitación. La vigilia renovada, luego de una noche sin sueños que recordar,  exige que sus extremidades se estiren un poco y se gire sobre su lado derecho. Al hacerlo, se encuentra con la nuca de su marido, quien aun ronca durmiendo mas que placido, con una tranquilidad mas que envidiable. Y de pronto, de nuevo, aparece esa sensación en el pecho de Lina, ese vértigo punzante que se siente al mirar al abismo que ahora existe donde antes habitaba el amor, la confianza, la fe. ¿Es así como se siente un corazón roto?, se pregunta Lina en su cabeza.

Recuerda las palabras de su amiga Gertrude, pronunciadas frente a una copa de vino recién servida: "Ignorance is bliss, my darling. Now, what's your next step?"

Lina se levanta de la cama sin hacer ruidos. Caminando de prisa pero sigilosamente, se dirige al bano. Sus ojos verdes resaltan entre las facciones que devuelve el espejo. Siente como que mira a una desconocida, la que esta allí frente a ella. La desconocida le responde con una mueca de desconsuelo. Lina musita en voz baja: "My next step is through".

Regresa a la habitación y el tiempo sigue detenido, salvo el rítmico sonido de la respiración que ella tanto conoce. Abre el closet, en busca de un conjunto cómodo para su trote matutino. Gertrude le había aconsejado que un poco de ejercicio le ayudaría quizás a sentirse mejor, y a pensar con claridad. Sera posible?

Es una mañana de finales de noviembre, y el invierno ha decorado el paisaje de manglares tropicales con una neblina densa. No se logra divisar el final del camino por donde Lina comienza trotar, y ella piensa que la vida es igual, un camino que sigue estando bajo nuestros pies, a pesar de que no podamos  ver claramente la meta. 

La neblina que difumina todo, y que no es común en estas latitudes, le da un sentido de irrealidad a Lina, de que todo ha sido simplemente un malentendido, una mala interpretación de su parte. Todo es mentira, son ideas suyas, nada mas.

Al cabo del primer kilometro, Lina logra no pensar en nada. Hasta que de pronto, una memoria se entromete, y siente en todo su cuerpo, ráfagas de golpes de la decepción. En el estomago, en el pecho, en su cabeza. Acelera su paso, huyendo de sus embistes. 

Culminando el segundo kilometro, logra alcanzarla la tristeza, que la sumerge en su abrazo mortal, como si fuera una boa gigante que la envuelve, preparándose para engullirla.  Ahora siente su cuerpo pesado, como si estuviera corriendo bajo el agua del mar, luchando con la fuerza de la marea. Lina deja de luchar y es arrastrada hasta el fondo. Lina decide aguantar la respiración y acelera su paso una vez mas, 

En el tercero, la ira se apodera de ella. Un fuego que quiere acabar con todo, que clama venganza, sangre, ojo por ojo sin importar si ella misma se queda ciega. Comienza a urdir planes de venganza de novela, de esos que solo las esposas iracundas saben hacer, porque como duermen con su enemigo, conocen sus rutinas, todos sus puntos débiles, sus contactos.  Lina hace uso de su inteligencia de ingeniero, y calcula rápidamente los máximos danos que pudiera hacer en el menor tiempo posible, los cómplices, las vías eficientes de escape. Se ríe ruidosamente, ha ideado el plan maestro, sabe que lo lograría llevar a cabo sin ningún problema. Pero su expresión cambia repentinamente a una de terror. Se da cuenta de que no podría vivir con su consciencia tranquila, si ella misma fuera un monstruo. 

Lina se detiene para tomar un respiro, agachando la cabeza. Comienza a caminar para bajar su ritmo cardiaco. La neblina se disipa, y aparece ante ella, una puerta que no había visto abierta antes a esas horas de la mañana. La entrada del Santuario de María Desatadora de Nudos. Muchas personas le habían recomendado ir a conocerlo, hablaban de la paz que inundaba ese lugar y de los milagros que ha concedido. Pero sus horarios de trabajo y estudio, no habían coincidido con el de las visitas de la capilla.

Aunque no practicara activamente la religión cristiana, de pequeña su familia la había bautizado y su primer nombre, ese que no le gustaba usar, era gracias a una Virgen a la cual su madre era muy devota. Su madre siempre le decía que ella no le rezaba a Dios directamente, sino siempre a través de la virgen, " que intercede por nosotros".

Lina decide entrar por la gran puerta de madera. Adentro la recibe una escultura de un ángel. La gran cantidad de vegetación y arboles hacen que la temperatura sea muy agradable. A pesar de estar al lado de una vía muy transitada por coches, adentro del santuario se escucha solo el viento, el canto de los pájaros y algunas personas rezando.

El santuario esta constituido por un conjunto de capillas sencillas, todas hechas de madera, conectadas por pasillos naturales flanqueados por arboles de troncos que recuerdan el bambú. Lina recuerda que alguna vez leyó que las iglesias y catedrales eran construidas con sus altas torres para hacernos recordar la grandeza y poder de Dios, pero ella nunca había sentido eso en ninguna iglesia por grande que fuera. Las sentía frías, muertas.

En cambio esta capilla rodeada de la naturaleza rebosaba de vitalidad, mas que hacerla sentir la grandeza de dios, la hacia sentir en comunión con todos los seres vivientes. Con la madre Tierra.

Encuentra unos carteles que señalizan las cintas para las peticiones. Según la tradición, las peticiones a la Virgen, deben escribirse en un listón de cinta blanca y luego atarlo en los arboles, donde te dicte tu corazón si es posible haciendo a oración a la virgen. Las cintas de colores son para dar gracias por favores concedidos.

Lina toma una cinta blanca y un sharpie. Queda pensativa unos momentos buscando las palabras precisas. Una vez que comienza escribir sus peticiones, la embarga la sensación de desahogo que se tiene cuando le cuentas tus cuitas a tu confidente. A diferencia de sus planes de venganza, sus peticiones son de salud, armonía, reconciliación, perdón.

Al terminar de escribir, enrolla su listón entres sus manos y se dispone a recorrer el santuario. Lee con atención los carteles de oraciones y frases con mensajes espirituales que resuenan con ella. Llega a la capilla principal, entra por el pasillo central, se persigna, y se sienta en una banca de madera a un costado. 

Empiezan a brotar lagrimas incontrolablemente de sus ojos esmeralda. Pero no llora de tristeza, sino de gratitud. Se siente infinitamente afortunada por estar viva, por las experiencias que ha tenido. Por un momento, comprende que todo son enseñanzas que necesitas, lo bueno y malo que sucede son etiquetas que colocamos nosotros, pero la realidad esta mas allá de nuestra percepción. El camino en la neblina. Una calma reparadora, sensación de paz va llenando el abismo que Lina guardaba en su corazón.

Se levanta de la banca y va caminando en búsqueda del lugar donde amarrara su listón. Ve la imagen de la virgen desatadora y justo un rayo de luz ilumina el rostro del cuadro. Le pide con toda su fe que escuche sus peticiones y le ofrece venir a verla semanalmente, además de una promesa que solo Lina y la Virgen saben de que trata.

Lina encuentra uno de los senderos llenos de listones que se mueven con el viento. Encuentra un espacio donde colocar el de ella y lo ata cuidadosamente. 

Mientras va caminando por un pasillo lleno de arboles hacia la salida, Lina siente un olor totalmente nuevo, una mezcla dulce y floral. Ella sabe lo que eso significa. Lina cierra los ojos y sonríe.




 
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